jueves, 20 de noviembre de 2008

PRIMER EQUIPO FUNDADO

UNO DE LOS PRIMEROS EQUIPOS QUE SE FUNDÓ
El Baloncesto despegó en Navarra allá por los años 40,pero desde entonces el vuelo sólo ha sido rasante.

HISTORIA DEL PRIMER EQUIPO DE BALONCESTO.

La historia del baloncesto navarro de elite no ha sido un camino de rosas desde que la bola comenzara a botar en las canchas forales. Desde aquel primer bote, en los cuarenta, los baches han sembrado la senda de la canasta navarra. La salida de Maristas de la liga EBA no es más que un nuevo escollo en un camino que, en la mayoría de ocasiones, de las rosas no ha conservado más que espinas.
Pero no todo es tragedia. Pese a la falta de un referente de primer nivel, el baloncesto es el segundo deporte con mayor número de licencias en Navarra. José María Muruzábal, el que fuera durante 13 años presidente de la Federación Navarra de Baloncesto, lo tiene claro: «El basket de base y el profesional siguen caminos bien distintos». A su vez, en opinión de Muruzábal, los jugadores navarros que a modo de diáspora han tenido que emigrar en busca de mejores oportunidades «nunca han sido tantos ni tan buenos como en la actualidad». Nombres como los de los hermanos Urtasun, los Narros, Ricardo Úriz y Fran Baquer dan buena cuenta de ello.
El baloncesto es un deporte cimentado en el patrocinio y esta dependencia no es menor en el basket foral. «Con patrocinio se puede hacer lo que se quiera», piensa Muruzábal. En cambio, sin él poco se logra. En Navarra, los patrocinadores no han sido lo suficientemente potentes como para mantener un equipo en alguna de las categorías punteras y la ausencia de pesetas entonces o la de euros ahora ha sido la causa de la pérdida de categoría. Casos como el del Calasancio, el Señorío de Zuasti o el más reciente, el del Alvecón Maristas, son ejemplos claros de esta realidad.
Hacer un resumen de la historia del baloncesto navarro resulta una tarea complicada, ya que son pocos los documentos escritos anteriores a los años setenta. Además, las divisiones en este deporte cambian con una velocidad pasmosa lo que dificulta la homologación de equipos de distintas épocas.
PRIMEROS PASOS
En 1943 se fundó la Federación Navarra de Baloncesto. Los campeonatos eran menores. Oberena ejerció en aquellos años de introductor del baloncesto en Navarra a un nivel que se puede denominar «de aficionados».
Si el basket se une a otros deportes de implantación anterior en los años cuarenta, no es hasta los cincuenta cuando comienza a practicarse a un nivel «de competición». En esta época Oberena continúa, pero el Argaray es quien lleva la voz cantante. Jugadores como los hermanos Arina o Rosaín comienzan a encestar con fuerza. La cancha era el Labrit y la división Primera (algo así como la ACB de hoy salvando las enormes distancias).
AÑOS SESENTA Y SETENTA
Terminado el proyecto del Argaray, Oberena recupera fuelle en los sesenta. De esta época son jugadores como Cacho González, García Undiano, los Larumbe, Ganuza, Arbea o Urruti.
El Club Natación es protagonista en la primera parte de los setenta, época en la que compitió en Primera División (segundo nivel nacional). Jugaban en aquel equipo los hermanos Larumbe o Lorenzo Motos, entre otros.
SIN UN PROYECTO LÍDER
Un artículo publicado el 27 de septiembre de 1972 en este mismo periódico ya hablaba de la necesidad de un revulsivo en el baloncesto navarro. A raíz de la falta de público en el "V Trofeo Ciudad de Pamplona" el firmante, Oligain, decía en aquellas líneas que el basket navarro necesitaba «un club que se erija en pantalla de cara al gran público», para conseguirlo apelaba a la Federación Navarra para que uniera «iniciativas e intereses de varios núcleos».
Estas iniciativas llegaron años más tarde de la mano del también fracasado proyecto del Señorío de Zuasti. Pero antes de aquello fue el turno del Calasancio, equipo que durante la segunda mitad de los setenta y los primeros años de los ochenta militó en Primera B. Entrenado por José Luis Abaurrea, fueron jugadores de aquel conjunto Lorenzo Motos o Javier Etayo. Las dificultades financieras, de nuevo fueron la causa de la desaparición del equipo.
LOS ÚLTIMOS INTENTOS
Después de tanto club menor y tan poco avance, se intentó potenciar basket de elite en Navarra por otra vía. El ya mencionado Señorío de Zuasti fue una tentativa de crear en Navarra un club con aspiraciones de conseguir el otras veces abortado proceso de consolidación. Para hacerlo posible Maristas y Larraona unieron fuerzas. Pero la huida del patrocinador dilapidó otra vez toda expectativa.
Alvecón Maristas ha sido el último proyecto del basket navarro de elite. Los colegiales han conseguido mantenerse en la liga EBA durante diez temporadas. Pero de nuevo la falta de dinero les ha obligado a dejar la competición.

EL BALONCESTO FEMENINO EN NAVARRA
Si en el baloncesto masculino, sólo el Argaray logró estar en la primera categoría nacional en los años cincuenta, en el femenino, el CBN (Club Baloncesto Navarra) lo obtuvo a finales de los ochenta y durante toda la década de los noventa. Fundado en la temporada 88-89 por Juan Ustárroz, consiguió mantenerse durante 14 temporadas en la máxima categoría del basket femenino sin un patrocinador claro. Aquello fue «el milagro del CBN», según Ustárroz

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